jueves, 28 de agosto de 2008

Sociedad de bajo consumo



















"El ahorro es la base de la fortuna" reza un refrán popular, entonces si ahorramos pensamiento durante un tiempo seremos premios nobel, descubriremos la cura para el cancer  o alguna de las tantas cosas que aquejan a la humanidad? Es que esta idea parece perseguir parte de nuestra dirigencia, tanto política como universitaria, no solo en estos tiempos, sino que podríamos remontarnos a la época de Onganía y sus bastones largos. Tengo la sensación que el ahorro de pensamiento y generación de ideas lejos de prometernos un futuro de riqueza intelectual nos empobrece en el hoy y no nos permitirá comprender el ayer. Es una época curiosa la que vivimos, donde hay que ahorrar muchas cosas en función del futuro. Pero no todo es ahorrable ni es conveniente ahorrar determinadas cosas vitales, alguien podría ahorrar aire? En cualquier momento nos cae algún plan gubernamental con tal fin, respiremos cada 3 minutos!! Ahorrar es una buena medida cuando se ahorra algo que puede crecer al hacerlo, o que si por cuidar su uso se extiende su utilidad. Ahora no parece bueno ni sano ahorrar en conocimiento o inteligencia, habría que preguntarse por qué nuestra sociedad lo hace. Tal vez será que una política de bajo consumo en inteligencia nos lleva a un país con pocas luces, y con poca luz es fácil extraviarse, o es fácil esconderse o jugar a las escondidas. También si todos pensamos menos para los idiotas es más fácil pasar desapercibidos. Tal vez con menos pensamiento podremos entregarnos a consumir otro tipo de cosas u ocuparnos de otras partes de nuestro cuerpo, ya que la cabeza se convierte en un elemento decorativo y hasta molesto. El gobierno nacional en el verano impulsó el intercambio de lámparas comunes por las de bajo consumo, por qué no sacamos nuestras cabezas a la calle y que nos pongan unas acordes a estos tiempos?  Tal vez cuando uno puede encender todas las luces despues de un tiempo de oscuridad uno en vez de ver más no ve nada, y la vuelta de la visión es luego de un esfuerzo. También puede ocurrir que con más luz nos demos cuenta que lo que creíamos no era así. Pero esto lejos de desmotivarnos debería ser un incentivo y  una esperanza, ya que para cambiar o ser mejor hay que empezar por reconocer lo que no se quiere ser. Y yo no quiero estar a media luz, creo que no soy el único.
Por Juan Miranda+Vanesa Maciel

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