viernes, 29 de agosto de 2008

gravedad



















El diseño desde lo más llano y desde lo fáctico a veces es administrar los llenos y los vacíos, el espacio ocupado y el espacio a ocupar.  Lo mismo ocurre en un lugar que parece tan lejano al diseño como el fútbol, donde el espacio vacío se vuelve estratégico y casi la búsqueda de los mismos se vuelve una necesidad de primer orden. En composición editorial todos sabemos y tratamos de evitar que los espacios vacíos se conviertan en agujeros, buscamos que el "blanco" nos juegue a favor, los que practican el diseño minimalista lo tienen clarito. Podríamos pensar que la creatividad pasa por articular estas dos instancias, casi relacionadas con los impulsos vitales. Entonces, ¿por qué desde la política educativa o desde la economía la estrategia a aplicar siempre se basa en la quita, en la resta, en sólo sacar? y siguiendo este razonamiento naif, ¿a dónde va a parar esto que se saca o se niega?. 
Hay ciertos vacíos que son verdaderos agujeros negros. También el vacío intelectual se convierte trágicamente en amargas presencias, presencias de personajes impresentables, presencias de medidas escandalosas. En Argentina hace demasiado tiempo que jugamos a sacar, sacamos a los gobiernos que no nos gustan, sacamos a los docentes de sus aulas a los palos, sacamos a la gente que pensaba distinto y la hicimos desaparecer, sacamos del pais a tanta gente que seguro tenia algo para aportar, sacamos chapa de tantas cosas...
Y a veces cuando hay que poner lo que hay que poner, como en este momento, a muchos les tiembla la mano, o la voz. Sacar y poner, poner y sacar, la pregunta es, quién pone y quién saca. Y de sacar a saquear hay solo un paso.
Por Juan Miranda+Vanesa Maciel

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